Ni sueño ni teatro
La vida no es sueño ni teatro,
sólo se trata de un ensayo,
de un ensayo sin guión,
no hay estreno, ni preestreno,
el reparto es lo de menos,
el papel es siempre el mismo,
el de espectador,
sobre la escena, luces,
bajo las luces, nadie, nada,
un gran espejo,
donde se refleja el espectador,
se observa, aplaude y abuchea,
y cuando algo no le gusta,
hace caer el telón,
pero la función continúa
y no es fácil abandonar la sala,
sólo hay que esperar un poco
para poder ver las luces apagadas.
Texto y fotografía: P. Castañeda.
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