jueves, 26 de mayo de 2011

Restos del Big Bang.

El cielo arroja semillas
de lo que pudo haber sido y no fue,
también, de lo que pudo haber sido y fue.



miércoles, 25 de mayo de 2011

Barquitos de papel.

Hace tiempo descubrí
que no todos los barcos son veleros, los hay que navegan sin motores y sin velas,
Hace tiempo descubrí
que no todos los mares son finitos,
algunos se pierden en el cielo,
Hace tiempo descrubrí
que los barcos de papel son más ligeros;
no necesitan altos mástiles, combustible ni timón,
sólo un poco de agua y la mirada lejana y perdida
de un timonel capaz de atravesar el cristal,
de la pared traslúcida de tú piel.
(De Fotopoemas Nº 7, Barquitos de Papel, P. Castañeda.)





Escalera de conocimiento.

Un hombre cualquiera en un día cualquiera,
baja peldaño a peldaño la escalera,
esa espiral que atraviesa su cabeza,
que desemboca en una triste verdad, a secas.


  

Senderos marcados.

Fueron cortas las miras que ignoraron una idea novedosa, pues como tal se salió del sendero indicado; no hay que construir más estrechos los caminos sino más amplias las mentes.

      

A un ilustre señor.

A un ilustre señor

¡Alarma, sorpresa!,
la sociedad convulsiona,
¿agresión sexual o violación?.
Viejo verde abusa de asistenta,
¡por Dios, que indignación!,
¡que la habitación era cara!,
de miles de euros la pernoctación,
pero, con desayuno incluído... ¿o no?,
¿de verdad asombra tanto la “perversión”?,
¿o que el Monsieur era un ilustre Señor?.

Con esa categoría y distinción
no es posible cometer tal error,
paga y calla... mucho mejor.

Mira que no ceder a los encantos del noble anciano,
un lujo, una vida mejor,
pero si a esos niveles no existe tal o cual “desviación”,
eso sí, a nadie asombra lo de su esposa,
que con mucha templanza y sumisión,
hace el papel de mujer laboriosa,
va al rescate del pobre viejo mamón,
¿qué va a hacer?,
son cosas de varones,
machos, animales, yo seguiría este orden, de menor a mayor,
pues hija, que lo zurzan, ¡por abusador!,
a ver si nos vamos enterando,
que el sexo es cosa de dos,
de tres, o de cuatro,
pero siempre con convicción, no hay billetes, ni cheques al portador,
ni violencia, ni fuerza que provoquen el deseo,
aunque seas viejo con dinero, Monsieur, ilustre Señor.



Ahora entiendo.

Ahora entiendo, (Boceto),(Fotopoemas, VIII), P. Castañeda.

Ahora entiendo lo que antes no entendía;
siendo niña recuerdo aquéllo que los ancianos decían,
¡ya te enterarás lo que es la vida!,
entonces, “inocente”, no sabía a qué se referían,
poco después reflexionaba, la vida no es cruel en sí misma,
ni maravillosa y estupenda, entendida a la ligera,
por otro lado,
algunos comentaban, la vida no es nada,
aunque yo creo que lo es todo, al menos, una vez empezada,
quizás...
ni es ni deja de ser si aflojamos las riendas,
sólo paisaje tras el cristal de un tren,
sólo viaje sin un dónde ni un para qué,
Ahora sé, que la vida es todo y es nada,
es el deseo de un fin, un volver a empezar,
que un buen dia, pronto o tarde, acaba sin avisar.



La primavera la sangre altera.