miércoles, 17 de agosto de 2011

Bajo tu sombra


Bajo tu sombra
Tú que haces gala de una piel arrugada,
que de observar a unos y otros te arden las entrañas,
tú que buscas la luz y te tapian el sol,
te mereces algo más que unas cuantas palabras.
A tí, que los terrenos valdíos te contraen las venas,
tú que con paso lento recorriste siglos,
tú que sin prisas ves pasar el tiempo, y reflexionas,
sobre el lento cambio del hombre, esclavo de sus sentimientos,
tú que piensas cuántos argumentos busca su dueño, para someterlo,
y qué dócil y servil se presta a su pastor, que lo hace transhumante,
sin moverlo del lugar, que a su mente lleva, de aquí para allá,
para al final no llegar, al matadero seguro, no hay más,
tú que no te preguntas a quién le debes la vida,
la vives sin más, no esperas más de lo que te da;
luces y sombras, calor y frío, agua del río,
paciente,
te enfrentas a tormentas, a navajas que en tu piel hunden crueles amantes,
sólo el viento saca a tus ramas un lamento,
entonces te escucho, tú me miras,
y yo, bajo tu sombra veo el cielo,
y él, el cielo, a los dos nos mira, de lejos,
las estrellas se compadecen de nuestras vidas,
la mía más corta que la tuya,
menos arraigada al suelo, al aire, al viento,
la mía...contra natura.
P. Castañeda.


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