Peer en botijo
Mi bisabuela tenía un vocabulario compuesto básicamente de proverbios por lo que hablar con ella requería un gran esfuerzo semántico, la mayoría de las frases no eran lo que parecían, a mí me divertía este juego irónico en el que tenías que descubrir al personaje en cuestión pues a veces describía a alguién muy cercano y eran bastantes frases las que se necesitaban para llegar a saber de qué individuo se trataba; mientras hacía las camas yo iba detrás de ella escuchando su retahila, “a este lo que le gusta es peer en botijo”, me pasé parte de mi infancia preguntándome qué significaría tal expresión, pues con cinco o seis años mi nivel de abstracción no llegaba a tanto. Ahora se que los que peen en botijo son muchos y bastante lelos y no puedo dejar de reírme cuando me encuentro cara a cara con alguno pues se me viene a la mente la frase de mi bisabuela, “este tiene que peer en botijo pá que suene”, sería algo así como hacer algo que ya ha hecho mucha gente pero hacerlo ocasionando bastante revuelo para concederle una gran importancia, más de la que, por supuesto, objetivamente tiene, un ejemplo práctico de ayer y hoy, el de hace más de cien años sería pasear en coche de caballos un domingo por la mañana por el paseo del parque. Un ejemplo actual, excursión contratada al campo base del Everest, cagar, mear, ensuciar, foto y volver.
P. Castañeda.